A diferencia del bioplástico, el plástico tradicional es uno de los materiales más utilizados para elaborar productos de diversos tipos, pero al mismo tiempo, es uno de los elementos más contaminantes que existe en el planeta.
Para fabricar los plásticos se procesan compuestos que derivan del petróleo, que tienen las cualidades de ser resistentes y tardar entre 100 o 400 años en degradarse.
A causa de esto, se ha buscado una solución para seguir utilizando un material tan resistente como el plástico, pero sin afectar al medio ambiente.
Esa solución es el bioplástico, un tipo de plástico que tiene la misma resistencia al momento de elaborar productos, pero con la cualidad de degradarse.
Continúa en Greenuso y descubre todo lo que debes conocer sobre este innovador material, fabricado a partir de materiales biológicos.
Tabla de contenidos
¿Qué son los bioplásticos?
El bioplástico es un tipo de plástico, fabricado a partir de plantas o materiales biológicos y no los típicos ingredientes derivados del petróleo. Por lo general, es utilizado para elaborar productos que suelen tener un solo uso.
Es fabricado con polihidroxialcanoatos o con ácidos polilácticos, que provienen de microorganismos y plantas. Sin importar la materia prima con la que se fabrique, el bioplástico se utiliza para fabricar desde envases hasta dispositivos médicos.
El bioplástico se desecha con en el contenedor de residuos orgánicos y cuando se junta con los microorganismos de los desechos orgánicos, se degrada.
Aunque al cambiar el plástico tradicional por los bioplásticos al fabricar los productos, su desecho no genera un impacto negativo al medio ambiente por su capacidad de degradación.
Tipos y proceso de fabricación del bioplástico
Para elaborar el bioplástico, se siguen tres procesos distintos que se dividen en proceso básico, proceso medio y proceso complejo.
A su vez, cada proceso se diferencia en:
- La materia prima que se utiliza para fabricar el bioplástico.
- Las cualidades que se esperan que tenga el bioplástico.
- El tipo de maquinaria utilizada.
A raíz de esos procesos de fabricación, los tipos de bioplástico son los que provienen de materia prima renovables, los que se extraen por muestras de cultivo bacterianos o los que se fabrican con polímeros biodegradables sintéticos.
Proceso básico
Son los bioplásticos que se obtienen de los monómeros extraídos de biomasa como féculas, celulosa o almidón.
También se producen con la fermentación de materia orgánica, a la que luego se somete a una polimerización.
El proceso básico de fabricación del bioplástico comienza con la cocción de ingredientes que tengan polímeros naturales, como la fécula de maíz o el almidón de patata, para luego verter en los moldes.
Es decir, durante este proceso se mezclan los polímeros naturales con glicerina y se cocina a fuego bajo. Cuando haya espesado, se colocan en un molde y se dejan reposar hasta que seque por completo.
Gracias a este proceso se obtiene el bioplástico que proviene de materias primas orgánicas o renovables.
Proceso medio
Este tipo de plásticos se producen con los monómeros de biomasa, durante el proceso de fabricación de dificultad media, se sintetizan los polímeros naturales.
Un ejemplo del proceso de dificultad media, se evidencia en el proceso de transformación de la caña de azúcar, en específico cuando se separa el azúcar para extraer etanol.
Ese etanol es sometido a un proceso de deshidratación, en el que se obtiene el etileno para ser polimerizado.
Para finalizar y elaborar el bioplástico, se necesitan unas máquinas termoformadoras que se encarguen de darles forma a los productos.
Procesos complejos
Este tipo de proceso utiliza dos herramientas biotecnológicas para su elaboración.
Se puede fabricar con la polimerización de los monómeros obtenidos de la materia prima orgánica, a través de sustancias químicas o la fermentación de residuos orgánicos.
Para crear el bioplástico que requiere procesos complejos, se utilizan cultivos bacterianos que necesitan una gran inversión en biotecnología, por las condiciones específicas a las que deben ser sometidas.
Para este proceso se necesita materia prima como residuos orgánicos, que se coloca en medios de cultivo para extraer los microorganismos y los polímeros que contengan.
Además de los residuos orgánicos, el plástico puede tener como origen algunos tipos de plantas como microalgas. Este tipo de plantas puede producir una especie de hidrocarbonos útiles para elaborar los bioplásticos.
Ventajas del uso del bioplástico
El bioplástico se creó con el objetivo de tener una buena calidad en la fabricación de productos de plástico sin contaminar el medio ambiente, y por el momento lo ha logrado.
Como no se utilizan recursos provenientes del petróleo, su uso reduce los niveles de contaminación.
Además, durante su proceso de fabricación, no se gasta una gran cantidad de energía ni se producen gases de efecto invernadero.
Asimismo, tampoco tienen aditivos dentro de sus componentes como los ftalatos, el bisfenol A y otros que contribuyen al retardo del proceso de descomposición del plástico.
No debes preocuparte por los productos que vas a almacenar, este tipo de plástico no transmite olores.
¿Cómo desecho el bioplástico?
Dependiendo del tipo de fabricación del bioplástico se puede utilizar como compostable, reciclar, tirar a un vertedero o tratarlos en plantas de compostaje.
Cuando el bioplástico es llevado a plantas de compostaje, se mete en una cámara de calor en la que se logra la descomposición de los microorganismos en poco tiempo.
Sin embargo, el tiempo de descomposición del bioplástico es mucho más rápido que la del plástico derivado del petróleo.
Los bioplásticos tienen un uso establecido de 18 meses luego de haber culminado su fabricación, sin embargo, eso puede variar.
En cambio, para degradarse puede pasar entre un año o tres para que los absorba el medio ambiente.
Es importante no combinar el bioplástico con el plástico convencional, para no retardar, variar o dificultar el proceso de reciclado o de degradación.
¿Se puede fabricar su propio bioplástico?
Quizás pienses que el bioplástico tiene un complicado proceso de fabricación. Sin embargo, puedes fabricar un bioplástico casero y al que le puedes dar múltiples usos en tu hogar.
Para fabricarlo necesitas una taza de agua, clavos de olor, 30 gramos de maicena, tomillo, una cucharada de glicerina, canela, una cucharada de vinagre blanco, cáscaras de frutas, un molde y una olla
Como primer paso, debes mezclar los 30 gramos de maicena con la cucharada de vinagre, la cucharada de glicerina y la taza de agua, hasta conseguir una mezcla homogénea.
Vierte esa mezcla en una olla, caliéntala a fuego bajo y no dejes de remover para evitar la aparición de grumos.
Tritura las cáscaras de las frutas y mezcla con un poco de agua. Al terminar, une la mezcla que estabas calentando con las cáscaras de frutas trituradas.
Sirve el contenido en el molde y extiende por la superficie sin dejar espacios vacíos. Deja secar la mezcla por más de un día para que quede sólida.
Si utilizas una superficie plana -como una bandeja- como molde, tendrás una lámina de bioplástico que puedes utilizar para cubrir y proteger cualquier objeto que tienes en casa.