El uso excesivo de los productos plásticos desechables ha obligado a buscar alternativas ecológicas para frenar la contaminación de suelos y mares. Un tonelaje cercano a los 400 millones es la producción anual de plástico, de los cuales, casi 8 millones terminan su corto ciclo en el mar.
Detener este ciclo es la respuesta para frenar una contaminación que se ha convertido en una terrible amenaza para el planeta, en especial, para la fauna marina. A ello han empezado muchos países de Europa y Asia, haciendo el uso de los materiales de fácil biodegradación, duraderos y resistentes obligatorio.
La migración hacia este tipo de materiales ha supuesto un cambio de paradigma y de conciencia. Las metas son ambiciosas: la ONU se propone reducir en un 80% la contaminación por plástico para 2040; por lo tanto, el empleo de productos derivados como bolsas y contenedores de comida. Los esfuerzos son sostenidos. Veamos los avances.
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Alternativas ecológicas – La problemática de los productos de plástico de un solo uso
En la actualidad es vital buscar alternativas ecológicas, en este caso, a los productos de plástico de un solo uso. Casi un 90% de los contaminantes oceánicos lo constituyen productos plásticos. Esta situación ha devenido en una terrible amenaza a la fauna marina.
Desde hace más de 20 años se buscan alternativas biodegradables a los productos plásticos. Recordemos que éste material puede tardar hasta 5.000 años en descomponerse. Los empaques de un solo uso tienen como destino final el mar en su gran mayoría. De no tomarse acciones, para 2050 habrá en el mar más desechos plásticos que peces.
Por ejemplo, en Latinoamérica y el Caribe, 17.000 toneladas de desechos plásticos se producen diariamente. De seguir a este ritmo, la ONU proyecta que más de un millón de toneladas se verterán al mar hacia el 2025.
Un gran avance contra esta problemática ha sido la producción de bioplásticos usando residuos orgánicos. Su gran ventaja radica en que el plástico resultante es resistente y muy variado. Su desventaja es que no se degradan tan rápidamente y el consumo de recursos para fabricarlos sigue siendo muy alto.
La importancia de adoptar alternativas sostenibles
Satisfacer las necesidades de la generación actual sin comprometer las de la generación venidera es el principio de la sostenibilidad. Debemos velar por que se mantenga el equilibrio entre lo que necesitamos y los recursos que utilizamos. En ese sentido, se han dado pasos en lo que al uso de plásticos se refiere.
Por ejemplo, la UE estableció que para el 2025, cada persona usase solo 40 bolsas plásticas al año, de las 170 que normalmente necesitan. Italia, por su parte, eliminó este tipo de bolsas en 2011. En América Latina, países como Colombia, Chile o México están prohibiendo paulatinamente plásticos de un solo uso.
Estas normativas tienen como finalidad que los actores en el sector gastronómico adopten alternativas sostenibles. Esto implica la sustitución progresiva de los utensilios de un solo uso como contenedores, cubiertos o platos.
Novedosas alternativas se están imponiendo, como incluir materia prima orgánica en la fabricación de empaques y cubiertos. Desde el coco y la pulpa de la madera, hasta el bambú y otros materiales. Su ventaja más resaltante es que son compostables, es decir, se degradan con rapidez pasando a ser compost de alta calidad; en un máximo de 5 años.
Qué alternativas sostenibles puedo elegir
Lo primero que se debe hacer para buscar alternativas ecológicas es dar pequeños pasos en la dirección correcta. En el caso de los envases de un solo uso, buscar aquellos que puedan reutilizarse para disminuir la cantidad de desechos diarios. Analicemos tres alternativas interesantes.
1. Botellas reutilizables
No todas se diseñan con los mismos materiales, de modo que el impacto tampoco es el mismo. El material más usado es el plástico, ya que está destinado a un solo uso, pero esto es lo que tenemos que cambiar entre todos.
Usar botellas reutilizables supone una gran cantidad de beneficios para el medio ambiente, la salud personal y la economía mundial:
- Menos residuos. La mitad de todas las botellas plásticas usadas terminan su ciclo en el mar. Este consumo irresponsable debe detenerse si no queremos que uno de nuestros más preciados recursos desaparezca.
- Menos químicos. Casi todas las botellas plásticas se fabrican con polietileno, un material que deja residuos tóxicos. Usar botellas reutilizables disminuye enormemente el efecto de esta sustancia.
- Sin olores ni sabores desagradables. Los envases reutilizables tienen la particularidad de no desprender sabores ni olores que no sean los característicos de la bebida envasada. Importante: lávalas bien después de cada uso.
- Menos costos. Aunque este tipo de botellas son algo más caras, este costo se amortiza más adelante. Son fáciles de llevar a cualquier lugar y de usar cotidianamente.
Cada botella reutilizable supone un beneficio para la salud y la economía. No solo se reducen los efectos nocivos, como los que genera el plástico, sino que incrementan otros positivos, como el ahorro económico.
2. Bolsas de la compra
Entre las alternativas ecológicas más conocidas por todos nosotros está el uso de bolsas de tela para la compra. Es una excelente manera de reducir el uso del plástico. Primero porque son reutilizables, y segundo porque son muy versátiles por sus múltiples usos.
El empleo de algodón de tipo orgánico en su fabricación reduce drásticamente la huella de carbono porque se necesita casi un 80 % menos de agua. Al igual que se reduce el consumo de energía para fabricarlas en más de un 60 %. Las bolsas de tela son inmejorables por 5 razones:
- Son amigables. No se emplea petróleo en su confección, por lo tanto son más sostenibles. Contaminan menos y no representan peligro para los animales.
- Son una buena inversión. El algodón se biodegrada con más facilidad que el plástico y es una materia prima más barata. Además, son lavables, lo que potencia el ahorro al quedar listas para su reutilización.
- Son más ecológicas. El algodón es un material muy duradero, por lo tanto, el impacto en el medio ambiente es mínimo.
- Promueven el ahorro. Su condición de ser reutilizables te ayuda a disminuir los gastos en tu hogar. A nivel municipal, constituyen un ahorro en los costes asociados a los vertederos.
- Son reciclables. Muchas empresas han fomentado el uso de este tipo de bolsas entre sus clientes para sustituir las de plástico.
Usar bolsas reutilizables es una acción fácil y con gran impacto positivo en el medio ambiente. Puedes usarlas como el complemento perfecto en el que llevar tus cosas e incluso como regalo para tus amigos, promoviendo la sostenibilidad.
Además de evitar la generación de desperdicios, se puede elegir contribuir a un enfoque más sostenible mediante el uso de bolsas de plástico reutilizables. Esta elección no solo reduce la demanda de plástico, sino que también ayuda a mitigar los efectos negativos en el entorno, promoviendo así un estilo de vida más respetuoso con el medio ambiente.
3. Pajitas biodegradables
Son una genial alternativa a las pajitas convencionales de plástico que cotidianamente se usan para sorber. Son fabricadas con diversos materiales y sus ventajas son innegables. Las pajitas biodegradables se descomponen rápidamente y son muy livianas, ideales para llevar a todas partes.
- De bambú. Totalmente ecológicas y más duraderas que las de madera. La apariencia del bambú las hace muy atractivas, además de que su textura es suave.
- De metal. De gran durabilidad y resistencia. Aguantan temperaturas extremas. Para asegurarte de prolongar su uso en el tiempo, las de acero inoxidable son tu mejor opción.
- De papel. Debido a la característica de este material no se pueden lavar, pero su efecto contaminante es casi nulo. Se biodegradan en menos de un año.
Cualquiera de estas pajitas son perfectas para niños y adultos. Ideales para acompañar un vaso de leche fresquito o un rico cóctel en buena compañía.
Concientización y cambio de hábitos
Todos en este planeta podemos ser promotores de sanas alternativas ecológicas para proteger el entorno. Sumando voluntades con pequeñas acciones, entre todos, se hacen grandes cosas. Es cuestión de cambiar algunos hábitos, por pequeños que sean.
- Separar la basura. De los desechos se pueden rescatar nuevos recursos de suma utilidad. ¿Cómo? Disminuyendo los basurales y tratando de tirar menos basura a las calles.
- Usar menos envases. Ya existen en el mercado muchos productos sólidos que no necesitan envases, como los de limpieza e higiene personal. Visita aquellas tiendas que te permiten llevar tus envases para que los rellenes. Es una buena manera de disminuir el consumo de envases de un solo uso.
- Cultiva tu huerto propio. Además de echarle una mano al medio ambiente, contribuyes con tu buena salud. Además, ahorrarás dinero a la vez que pasa un buen rato, con el plus de crear un espacio verde que dará más oxígeno a tu hogar.
Los buenos hábitos traen grandes avances. Por lo que por insuficientes que te parezcan tu contribuciones, el cambio es real y va en aumento.
Importancia de educar sobre el uso responsable de productos de un solo uso
La idea no es demonizar el uso del plástico, un material que ha traído un gran dinamismo en la industria de los alimentos. Se trata de educar sobre el uso correcto de un recurso muy versátil, impulsar el reciclaje y su reutilización. Siendo siempre conscientes de los efectos negativos que éste tiene en nuestro planeta, por lo tanto, en nosotros.
Fomentar la reutilización y reducción de residuos
Es muy importante, aparte de crear conciencia en la sociedad, que las leyes fomenten la reutilización y el reciclaje de materiales. La normativa en la UE es bastante clara al respecto y se ha aplicado con rigor, pero aún no es suficiente.
El consumo responsable de los plásticos de un solo uso es vital para lograr el uso racional de este material que aportó una gran solución en el sector del packaging. Este tipo de medidas será de gran repercusión en el futuro. Reutiliza siempre que sea posible; a mayor reducción de residuos, menor necesidad de producir más, por lo tanto, menor cantidad de recursos y energía empleada.