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8 tips para una vuelta a la rutina más sostenible

En una era donde los efectos del cambio climático son cada vez más visibles, es importante comenzar a cambiar los hábitos que desarrollamos a diario.

Para ello, te proponemos tener una rutina sostenible compuesta de acciones conscientes para cuidar el ecosistema.

Esto requiere una transformación de tus hábitos de transporte, compras, desechos e, incluso, alimentación. 

Aprende ocho tips para tener una rutina más sostenible, con el fin de ser más conscientes con el medio ambiente y su cuidado.

Qué son los hábitos sostenibles

Los hábitos sostenibles son todas aquellas acciones que se cumplen a diario, con el objetivo de reducir el impacto negativo hacia el medio ambiente.

Estas acciones están basadas en el aprovechamiento responsable de los recursos naturales, así como la minimización de la generación de desechos.

Aunque cambia la forma en que gestionas tu rutina cotidiana, los hábitos sostenibles son sencillos y estarás acostumbrado a ellos en cuestión de días.

Cambios sostenibles en tu día a día

Ya que conoces en qué consisten los hábitos sostenibles, te invitamos a conocer los cambios que puedes realizar en tu día a día.

Son pequeñas acciones dentro de tu rutina que generan un cambio positivo en el ecosistema, al mermar las actividades que lo afectan de forma negativa.

Echa un vistazo a los distintos consejos para transformar una rutina de consumismo, en una vida sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Tip 1: Revisa tus hábitos de transporte 

En primer lugar, es importante que hagas una revisión de tus hábitos de transporte. Con esto establecerás cuán alta es tu dependencia de los vehículos particulares.

Una vez que seas consciente de ello, es momento de implementar medidas para reducir la dependencia y cambiar a medios de transporte más amigables con el medio ambiente.

Entre las opciones de transporte más sostenibles encuentras caminar, andar en bicicleta o usar el transporte público.

Con estas alternativas se reducen las emisiones de dióxido de carbono y con ello disminuye el daño al medio ambiente. 

Otra alternativa más rentable a largo plazo es comprar un coche eléctrico. Este tipo de vehículo no genera dióxido de carbono, óxido de nitrógeno, monóxido de carbono y otras partículas.

Solo necesitas cargar la batería del coche por el tiempo indicado y podrás utilizarlo para trasladarte por varios kilómetros en una carga.

Tip 2: Planifica tus comidas y reduce el desperdicio de alimentos 

Al estructurar tu rutina sostenible, se debe incluir la alimentación y una planificación de las comidas de la semana.

Debes llevar un orden en la alimentación, con el objetivo de reducir el desperdicio de alimentos que se genera dentro de la cocina.

Escribe una lista de compras donde incluyas los alimentos que necesitas en casa. Una vez que estés en el mercado, toma cantidades que estés seguro de que vas a consumir.

>  El ciclo de vida de un vaso de plástico - Impacto ambiental de principio a fin

Si compras de más existe la posibilidad de que no consumas los alimentos y se deterioren con los días.

En cuanto a las frutas y verduras, te recomendamos comprarlas en mercadillos locales. Tendrás opciones frescas, sin químicos y a buen precio.

También es preciso dejar de lado los alimentos ultraprocesados. Esta medida será buena para tu salud y limitarás la cantidad de desechos de envoltorios que generas.

Otro punto que puedes considerar es reducir el consumo de carne. La producción de carne tiene altos índices de contaminación que pueden bajar si su demanda se reduce.

Asimismo, debes hacer un cambio en el tipo de vajilla que utilizas para servir los alimentos.

Evita el uso de vajilla de un solo uso y elige opciones duraderas, fabricadas con materiales resistentes como bambú, porcelana o cerámica.

Por otra parte, puedes reutilizar los envases en los que recibas comida ordenada por medio del servicio de reparto a domicilio. Así reducirás los desechos de plástico que generas en tu hogar.

Tip 3: Adopta una mentalidad de consumo responsable

Otro consejo para llevar una rutina sostenible es adoptar una mentalidad de consumo responsable.

Tienes que ser consciente de tus necesidades y no comprar productos como una práctica superflua, porque estarás derrochando dinero y no es sostenible comprar objetos que terminarás desechando. 

Compra productos que tendrán un objetivo dentro de tu hogar o trabajo. También puedes revisar si tienes algún otro objeto que cumpla esa función y adquirirlo solo si no lo posees.

Si prefieres evitar la compra de artículos nuevos, te recomendamos visitar tiendas de segunda mano. En estos espacios venden productos usados en buen estado, a la espera de un nuevo dueño.

Tip 4: Reduce el consumo de energía

En tu rutina sostenible no puede faltar un plan para reducir el consumo de energía en la casa y en el trabajo.

Hay varias medidas sencillas y rápidas con las que lograrás ahorrar energía y agua, para evitar el derroche de estos recursos.

En el caso de la energía, comienza sustituyendo las bombillas incandescentes por bombillas LED de bajo consumo energético. 

Otra medida importante es apagar las luces de los espacios de la casa o el trabajo que no estés utilizando, así como apagar los aparatos eléctricos que no utilices y desconectarlos de las tomas de corriente.

Asimismo, puedes colocar los electrodomésticos que estés usando en modo de ahorro energético. Cumplirán sus tareas igual que siempre, pero reducirán la cantidad de energía necesaria para hacerlo.

Por otra parte, debes estar atento al consumo de agua que tienes en tu rutina.

Asegúrate de cerrar bien los grifos tras su uso, de modo que no queden goteando y se desperdicie el agua.

Del mismo modo, te instamos a cerrar el agua mientras te aplicas productos como la pasta dental, champú, cremas o jabón.

Tip 5: Practica la regla de las 3R: Reduce, Reutiliza y Recicla

Un aspecto importante dentro de la rutina sostenible es la práctica de la popular regla de las tres erres.

¿En qué consiste esta regla tan importante? En reducir, reutilizar y reciclar productos que utilizamos a diario.

En la fase de “reducir”, tienes que minimizar la cantidad de desechos que generas. Por ende, puedes cambiar los productos desechables que tienes en el hogar por opciones que te ofrecen varios usos.

>  Alternativas ecológicas a los productos de plástico de un solo uso

Por ejemplo, puedes evitar comprar botellas desechables de agua, cuando estás en la calle, con solo llevar un termo lleno de agua contigo. 

Asimismo, puedes pasar de imprimir por una sola cara de la hoja y aprovechar las dos caras de este recurso. Si quieres una opción más sostenible, cambia las hojas normales por papel certificado ecológico.

En el caso de la fase de reutilización, te animamos a transformar objetos en artículos que puedas necesitar en casa. Puedes utilizar botellas para hacer floreros o recipientes para almacenar especias.

También puedes reutilizar cajas para almacenar objetos que no usas o hacer manualidades con tu familia.

Por último, el reciclaje es una actividad sencilla de la que no te tomará mucho tiempo en adaptarte.

Ten contenedores de basura que marquen el tipo de desechos que contendrán. Algunas de las clasificaciones que puedes tener son papel y cartón, aluminio, vidrio, desechos orgánicos y plástico.

De esta forma, solo tienes que llevar las bolsas hasta el punto verde más cercano para que ellos se encarguen de su higiene, tratamiento y transformación en nuevos productos.

Tip 6: Opta por productos ecológicos y sostenibles

En cuanto a tu cuidado personal, tu rutina sostenible tiene que incluir productos ecológicos, naturales y sostenibles.

Hay productos de higiene y cosméticos que suelen contener una larga lista de químicos, dañinos para ti y el medio ambiente. Además, su ciclo de producción consume una gran cantidad de energía.

Comienza el cambio eligiendo productos hechos con ingredientes naturales, con envases que puedan reutilizarse o que tengan un envoltorio ligero. Asimismo, revisa que sean libres de crueldad animal.

Otro aspecto relevante es dejar de usar los productos de plástico de usar y tirar.

Cambia tus esponjas de plástico por opciones naturales hechas con Luffa. Del mismo modo, sustituye los cepillos de diente de plástico por opciones de madera o bambú.

Asimismo, te instamos a dejar de comprar toallitas o algodones de un solo uso. Reemplázalos con discos de algodón reutilizables, que quedan como nuevos tras cada lavada.

Tip 7: Fomenta el uso de materiales reutilizables

Cambia los productos desechables que tengas en tu hogar por opciones reutilizables o biodegradables, para reducir la cantidad de desechos que generas a diario.

Deja de lado los envases para almacenar alimentos de plástico. Intercámbialos por envases alimentarios fabricados con cartón kraft, aluminio, bagazo de caña de azúcar, almidón de maíz y polipropileno.

También es necesario acabar con el uso de bolsas de plástico. Puedes elegir opciones como bolsas de tela o bolsas de papel para guardar los productos y que lleguen en buen estado a tu hogar.

Tip 8: Involúcrate en actividades sostenibles comunitarias

Por último, te animamos a involucrarte en actividades sostenibles comunitarias que sensibilicen a otras personas a sumarse a estos cambios.

Organiza charlas y entrega folletos donde expliques por qué es importante cambiar hacia un estilo de vida sostenible, así como el impacto que tiene en el medio ambiente.

Explica las pequeñas acciones que se pueden llevar a cabo para lograr un cambio, dentro y fuera del hogar.

Importancia de implementar estas prácticas para un futuro más sostenible

Si bien puede parecer que no hay un gran cambio detrás de la rutina sostenible, es un pensamiento erróneo.

Aplicar este tipo de rutina ayuda a reducir la cantidad de desechos que terminan en el ecosistema y tardan años en degradarse. Asimismo, disminuye la emisión de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.

Con la reducción en el uso de recursos naturales, apoyas con el cuidado de la biodiversidad presente en los ecosistemas. Además, los proteges para conservarlos para futuras generaciones.

Por último, sirves de ejemplo para otras personas. Puedes instruir y motivar a otras personas a aplicar estos cambios en su rutina para que también sean actores directos en el cuidado del medio ambiente.

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